
Sin darnos cuenta muchas veces caemos en la trampa de adoptar determinados comportamientos frente a las decisiones que debemos tomar , y que con el paso del tiempo éstas se convierten en costumbres que nos conducen de forma inevitable al precipicio del desorden.
Estas pequeñas decisiones que tomamos en el momento no nos damos cuenta que nos afecta de forma negativa a mantener el orden en nuestro hogar y por esa razón es muy importante aprender a identificarlas y evitarlas .
A continuación te describiré la primera de esas decisiones que nos alejan del orden y que seguramente te resultarán conocidas porque alguna vez te has visto reflejada en alguna de estas situaciones.
DE MOMENTO LO GUARDO
Aplazar con el pretexto de que “no es el momento” para tomar la decisión de deshacernos de algo, es caer en la trampa para seguir estancados sin poder avanzar al cambio.
Ese “de momento”, no es otra cosa que nuestro temor a aceptar que ciertas cosas ya no son útiles y que su tiempo de vida o de utilidad en nuestra casa ha llegado a su fin. Es simplemente una pequeña parada antes de que pasen por la puerta de salida hacia la basura seguramente. Es el reflejo de nuestra negatividad a aceptar las cosas, porque en el fondo sabemos que debemos deshacernos de esto o aquello, nos engañamos con el pretexto de que se quedará ahí una temporada más.
Para poner acción debes cambiar el hábito de postergar, poniéndote pequeñas metas e ir cumpliéndolas diariamente, verás cómo cambia tu sensación y como crece tu sentimiento de satisfacción cuando veas el progreso de las cosas.
ESTABLECER SITIOS PROVISIONALES PARA LAS COSAS
A pesar de que hayamos dicho que lo dejaríamos de forma provisional, con el paso del tiempo se nos olvidará que ese sitio era tentativo, y nos acostumbraremos a verlo ahí. Llegará un punto en que ni notaremos su existencia pues ha llegado a formar parte del paisaje que nos rodea, se vuelve invisible.
Ese sitio provisional lo más seguro es que se convertirá en el lugar a donde terminarán muchas otras cosas que finalmente olvidaremos y por lo tanto, no las podremos utilizar.
Dejar de establecer sitios provisionales para las cosas nos permitirá poner orden en nuestros cajones, armarios y demás rincones de nuestra casa.
Y finalmente, la última de las 3 actitudes que nos alejan del orden es :
ALGÚN DÍA
Quizá algún día lo use, algún día me lo pondré. Soñar con ese añorado día es más frecuente para ropa, bolsos, artículos electrónicos, accesorios de telefonía, entre otros.
La duda de utilizar estas cosas algún día, se aplica para todo aquello que podría continuar usándose. Porque si lo pensamos bien, lo que está estropeado o roto no nos hace caer en ese pensamiento.
Aquí la situación se da para aquellos objetos que todavía sirven y es posible que si los conservamos surja la necesidad o la ocasión de utilizarlos. Sin embargo, lo más probable es que ese día nunca llegue.
Aplica la “regla de los 3 años”. Una cosa que no ha sido utilizada en tres años, no es necesaria por lo tanto , la debes eliminar . Existen excepciones para algunas cosas, y no hay necesidad de esperar tanto tiempo para deshacernos de ellas.
Enfrentarnos de forma clara y contundente al origen del problema nos ayudará a tomar decisiones pero sobre todo, debemos tomar ¡acción!
¿Estas dispuesta/o?