
La cocina es el corazón de nuestro hogar y uno de los lugares donde más cosas se acumulan con el paso del tiempo. En ella podemos encontrar cajones y armarios a rebosar de utensilios de cocina olvidados, pequeños electrodomésticos que ya han pasado de moda, o que nunca llegamos a utilizar y un sinfín de gadgets que nos prometieron una serie de ventajas en el momento de su compra y que seguimos sin utilizar.
Necesitamos hacer un análisis crítico de lo que guardamos y porqué lo guardamos, además valoraremos la funcionalidad que nos aporta en nuestro día a día. Este es un ejercicio que nos ayudará a aclarar dudas sobre si debemos dejar ir determinadas cosas porque seguramente encontraremos cosas que llevan años sin moverse y muchas otras que ni siquiera recordábamos que teníamos.
FUNCIONALIDAD O WORKFLOWING
Cuando organizamos la cocina buscamos funcionalidad creando un flujo de trabajo o workflowing que nos permita llevar a cabo un cocinado cómodo con todo lo necesario a mano. Por esa razón vamos a dividir nuestra cocina en 3 zonas funcionales: zona de cocción, zona de almacenaje y zona de limpieza.
Si trazamos tres líneas rectas entre los diferentes puntos obtendremos un triángulo cuyos vértices serás las zonas que te he mencionado antes. Conectando estos tres sectores obtendremos funcionalidad a través de la sencillez por lo tanto, el cocinado será una tarea cómoda sin tener que apartar cosas o salir a otra habitación a buscar lo que necesitas.
Y ahora te daré la primera de las claves para tener una cocina funcional y en orden
ELIMINAR LO INÚTIL Y LO INNECESARIO
Esta será nuestra premisa para organizar este espacio. Deshacernos de todos los utensilios duplicados, sartenes de todos los tamaños que no utilizamos, ollas que se pegan o que no utilizamos, frascos que guardamos por si algún día nos hacen falta, bolsas plásticas que amontonamos y que finalmente no sirven para nada, pequeños electrodomésticos que llevan años ocupando espacio, deshazte de ese tupper que no tiene tapadera y no sirve para nada tampoco y un largo etcétera…
Si te cuesta tomar decisiones pregúntate ¿de verdad me sirve ? ¿realmente lo necesito ? te ayudará a despejar algunas dudas .
Durante la toma de decisiones no pierdas de vista tu día a día, piensa en lo que realmente utilizas y necesitas y quédate siempre con lo que esté en mejores condiciones, sustituye lo que esté gastado o roto y te haga falta de verdad. Porque además de funcional mereces tener una cocina bonita y agradable a la vista.
DIVIDE Y ORGANIZA POR ZONAS DE TRABAJO
Guarda y organiza por zonas de trabajo o de utilidad. Por ejemplo zona de ollas y sartenes, cajón de utensilios de cocina, cajón de los cubiertos, etc.
Cuando le das un lugar a cada cosa, es más fácil localizar lo que necesitas en cada momento.
ORGANIZA SEGÚN LA FRECUENCIA DE USO
Y la última de las claves para tener una cocina funcional y en orden es que tomes en cuenta lo que usas de forma reiterada . Eso significa que tengas a mano todo lo necesario en la zona de cocinado y puedas acceder a las cosas en no más de dos movimientos.
En la cocina lo que mejor funciona es la simpleza , la sencillez , por lo que a menos cosas más orden.
Espero que te sirvan mis consejos y sobre todo los pongas en práctica.